Llega el momento en que se extingue un sueño
a pesar de la perseverancia y pasión que ponga en ello.
La noche siguiente sueñas que vas conduciendo hay un apagón total, se fuga el sol,
se apagan los dispositivos celulares,
se pierde la capacidad de escuchar.
Sin embargo, la visión está intacta en medio del silencio.
Gran ocurrencia la palabra nos abraza y la preferimos
dejemos esto en nuestros libros de poesía
como si fuese un fugaz paso del verbo
donde el adjetivo no alcanza
como bandadas de pájaros coordinados magnéticos georeferenciados
para ir y venir en sinuosas cordadas de ciclistas
bosques submarinos de algas conectadas
pelotón de maratonistas en un solo bloque
camélidos y monos en manadas
cardúmenes
palabras.
Entre ellas no hay una
que no sea extraordinariamente atractiva.
No las puedo dejar de mirar.
Si las quedo viendo
seguro quedo niño para siempre.
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