Una sola frase bastaría para la contundencia, tu palabra Angelo.
Pero resulta que aquí son 23, 24, 34 frases notables
palabras encajadas unas a otras galopando
como si fueses César Vallejo en sus viajes interminables hacia la palabra.
Y así, así mismo ya huelo a Nahuelbuta
huelo los destinos azules
huelo a caballo
huelo de monte y a caballo negro
a abuelo sabio.
Ud individuo crecido sensible
alojado en un lugar indomable de la palabra
gracias Angelo.
Gracias Angelo por darle darle alas a El caballo
por hacerlo comer tierra
por hacernos comer aire
por ver cómo surcas el camino en tu galope.
Todos los des- encuentros de este caballo
desde los lugares conocidos
hasta los puntos más bajos
cada uno con su sentido
tanta confianza
tanta certeza
gracias Angelo.
Puedes hacernos pebre
puede que las papas huelan a vinagre
pero al mismo tiempo nos hace beber de la vertiente,
en la enfermería que montas
en el hospital de campaña
para dejarnos ver
para dejarnos verte
gracias Angelo.
Apuntas a una antigua fuerza
nos haces anclar en un anhelado orden
nos dices que te ponías a llorar
que mirabas a un rincón
y afuera la ventisca era grande.
Nos haces prender velas
nos haces ver qué largas que son las páginas
y la facilidad con que la tormenta
todo lo arrasa.
Recuerdo cada baldosa encerada que nombras
lo oí
escuché sus pies
que ya no caminan
gracias Angelo
Finalmente nos destinadas a un nunca más
finalmente le quitas el alimento a las barbaries
en homenaje extirpas el azul
gracias por dejarnos el blanco y el negro
Angelo.
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