Átoma mía
poeta imaginada
de otro cronos
Átoma en este
éter etílico en la garganta
Este otro mundo nadando ensalivados
embobados de savia
saliva de nuestras letras
en arenas de playa
Átoma mía
poeta imaginada
de otro cronos
Átoma en este
éter etílico en la garganta
Este otro mundo nadando ensalivados
embobados de savia
saliva de nuestras letras
en arenas de playa
Hay un momento en que la poesía
es más grande que una enciclopedia
y mucho más basta que una novela.
Minuto en el cual
la poesía logra
agrupar tantos manojos de estrellas
de carbones (estrellas bajo tierra).
Permitiendo a ese puñado de palabras poesía
haga sentido a otra persona.
Sé te presionas
te das ruido
te frecuentas en la maña
sintonizas en baches.
Sé con certeza
tu sonrisa tímida
tu lengua larga
besa mejor de lo que blasfema.
Aquí estás, bestia mínima,
chispa de fuego en el ojo,
tigre de bolsillo con el motor de la lluvia ronroneando en el pecho.
Un puñado de alambre de cobre.
Yo te inventario y digo:
Es mi nieta.
Mi linaje de espino, la sangre que no es sangre pero es, un corazón de ulmo corriendo por la casa.
Lo que la vida me dio.
Así como da la sal, el pan duro, el vino.
Así como da el susto.
Un regalo de oro raspado del fondo del mundo.
Lo que mi hija educó
le enseñó a no ser cuchillo, a guardar el alacrán de la uña.
Pero yo te miro.
Yo sé tu prontuario, gata. Eres lo que el zorro dejó.
La cría que sobró en la niebla.
Mi nieta, sí.
Pero con ojos de zorro. Con hambre de zorro.
Con silencio de zorro acechando en la cocina.
Ay que tenerle paciencia compadre
anda muy presionada
muy estresada
y se agoniza asi misma sin saberlo
quizá una parte no sea usted
y otra
claro que sí
hay que amarla
y luego que vuelva
me lo va a decir a mi.
Compadre
calma e inspiración
y luego respiracion
y luego agradecer.
En una de esas resulta que sí, que el terco triángulo de las cosas se mete en el círculo.
En una de esas lo posible se hace posible, y su boca, esa, se topa con mi boca. Pero usted sabe, (claro que sabe) tengo la paciencia de un jardinero de bonsai, un japonés loco que riega un palito seco esperando la sombra.
En una de esas. Florece el diminuto fruto del rayo. En una de esas.
Morder el hueso de la luna. No.
Pero este sabor a abismo que me da tu boca.
Ese relámpago sí.
La deboro sin piedad con las palabras.