lunes, 24 de octubre de 2022

Relatos del Biobio, el barrio.

Tenía un dato en barrio Biobío, hace años que no iba, mi visita era directamente a un restaurante que se llama "el Franchute del barrio", recorrimos las calles llenas de gente y ofertas de todo tipo, como siempre. Había un sol abrasador y que invitaba a almorzar en la calle o en una terraza.

Así fue con un menú accesible y con una impecable y asombrosa comida francesa. El barrio permite disfrutar de espectáculos callejeros, con música en vivo que se instala ordenadamente, por turno y que se disfruta mientras se bebé un cleri o ponche de duraznos. 

Estaba en eso cuando a unos 20 metros veo por la misma calzada la aparición de un flaco desgarbado, huesudo y canoso era Fuenteclara; me levanto de la mesa y acudo hacia él para encontrarme en un abrazo. Venía justamente a devolver un disco vinilo al cual le había encontrado una pequeña falla que seguramente se producía luego de ser expuesto el surco de un tocadisco con una aguja sin duda defectuosa. Luego de contarme me dijo que volvería a encontrarse con nosotros y quizá almorzar en el mismo local.

Momentos después, aparece y se sienta en una mesa al lado, nada más y nada más que el flaco y canoso (con tenida de terreno), Igor Larson.  Luego de los saludos correspondientes lo invité a sentarse a la mesa -esa fue una aventura interesante-  no lo veía hace muchos años y  fui abriendo respecto de él hoja a hoja de un libro que ha escrito de sí mismo bastante curioso.

Comentó que desde hace unos cinco años  permanece en un total aislamiento social y digital,comenta que no usa WhatsApp, redes sociales y con suerte revisa su correo electrónico, que quiso irse a vivir a la montaña pero decepcionado, relató: todas las montañas estaban tomadas y todos los lugares donde él podría haberse ido ya estaban ocupados y que lamentablemente le tocaba vivir en el infierno de la Villa Frei.

Expuso una hipótesis respecto de lo que había ocurrido en el estallido social señalando que era un complot, un autogolpe del capital orquestado básicamente por el mismo sistema. Luego de la conversación que derivó en la historia Rusa, la historia Bielorrusa, la guerra de Ucrania, la inmigración, la emigración y situaciones familiares seguimos escuchando música hasta el momento en que llegó el postre y la hora de partir.




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