Te querré siempre aunque no me quieras nunca.
Te abrazaré siempre aunque no me abraces nunca.
Nunca puede que no exista
y puede que siempre esté a la vuelta de la esquina.
Sólo los vientos saben a dónde van y en qué lugares aparecen.
Puede que haya sido tarde,
puede que merezca esta pena.
Puede que te cobijen otros labios, puede que no.
Puede que no importe tanto
que no me importe nada volver a cobijar tus labios.